Roberto Velasco (UP): «La ciudadanía quiere a alguien que escuche la voz de las personas, no de los fondos de inversión»

El lagunero Roberto Velasco Zúñiga, candidato número 3 en la lista de Unidas Podemos a las Cortes por Valladolid, expone las principales líneas del programa de su partido, insistiendo en que «no hay que tener miedo al cambio»

¿Cómo afronta estos comicios del 13 de febrero y qué expectativas existen desde Unidas Podemos en este encuentro electoral?

Desde Unidas Podemos afrontamos esta cita electoral con mucho optimismo. Tras 35 años de políticas del PP que han desangrado nuestra comunidad, las ciudadanas y los ciudadanos de Castilla y León han llegado al límite de su paciencia, y desean un cambio. Y en ese cambio quieren que esté Unidas Podemos. Por mucho que nos quisieran pintar como los rojos peligrosos, la gente no es tonta, y ve cómo donde gobernamos, como Valladolid, como Ponferrada, como San Pelayo, los comedores escolares se abren en verano para todos los niños, se invierte dinero en reformar las escuelas públicas, se aumenta 20 veces el parque de vivienda pública, etc. La ciudadanía de Castilla y León quiere a alguien que escuche la voz de las personas, no de los fondos de inversión.

 ¿Qué propuestas destacarían como principales pilares de su programa?

Nuestro programa es muy exhaustivo. Es un programa que hemos trabajado las tres organizaciones que conforman Unidas Podemos, junto con los distintos agentes sociales, y de ahí que sea tan extenso. Si tuviera que destacar tres, serían en primer lugar, la apuesta por la Sanidad Pública, con un aumento del presupuesto hasta el 7,5% del PIB, que permita paliar la falta de profesionales y construir o ampliar los centros de salud allá donde sean necesarios. Y para ello es necesario dejar de derrochar dinero en servicios privatizados en empresas de dudosa ética, como las que se llevaron los millones de los tests de antígenos. En segundo lugar, la gratuidad de la educación infantil de 0 a 3 años en las escuelas públicas. Debemos garantizar la igualdad en la formación a todas las niñas y niños, independientemente del nivel socioeconómico de sus familias. Y en tercer lugar, creemos que la pandemia nos ha abierto los ojos a las condiciones en las que están nuestros mayores en las residencias. Debemos aumentar las plazas en residencias públicas, promoviendo la construcción de nuevas residencias, y además, debemos incrementar el control sobre las residencias privadas, exigiendo el estricto cumplimiento de unas condiciones de vida dignas para los residentes.

¿Cuáles son los principales problemas que, según ustedes, acucian a los ciudadanos de la provincia de Valladolid y deben resolverse?

Muchos de los problemas en nuestra provincia son comunes al resto de las provincias de Castilla y León, como la educación o la falta de ayudas a domicilio. Pero si tuviera que señalar dos concretos de Valladolid, diría Sanidad y transporte. En la provincia de Valladolid tenemos unos centros de salud que son pequeños, se caen a cachos, o directamente no existen, tanto en la capital como en los pueblos. Eso es intolerable, y se tiene que abordar desde el primer día de la legislatura. Otro problema importante que tenemos es el transporte. Desde la Junta se debe impulsar una adecuada red de cercanías que permita fijar población en pueblos en los que ahora mismo la dependencia del coche es absoluta. Y además debe apostarse por la integración de los pueblos del alfoz en el transporte metropolitano, siguiendo la experiencia de La Cistérniga, por ejemplo.

¿Qué mensaje le gustaría trasladar a los castellanos y leoneses de cara a estos comicios?

Que crean y que no tengan miedo a cambiar. Que no nos vean como más de lo mismo, o como opciones irreales. Miren, si votan Unidas Podemos, votan Pablo Fernández se sacó la carrera trabajando en un kiosko, como cualquier hijo de obrero, y desde que llegó a la política comenzó a denunciar los mismos escándalos que ahora por fin llenan portadas de diarios. Votan a María Sánchez, es la hija de un celador y una auxiliar administrativo, que llegó al Ayuntamiento de Valladolid, y al mes se abrieron los comedores escolares en verano para que ningún niño de Valladolid se quedara sin comer fuera del periodo escolar. Que confíen en mí, igual que llevan quince años confiando cuando traen a sus hijos e hijas a Urgencias. Les doy mi palabra de que si nos otorgan su voto, los próximos cuatro años vamos a trabajar sin descanso por mejorar sus vidas.