Fecha: 1 agosto, 2018
El lagunero explica las claves del éxito de Patatas Meléndez, una empresa afincada en Medina del Campo que se ha convertido en líder de su sector a nivel nacional
Desde su inauguración, en 2006, Patatas Meléndez ha protagonizado un crecimiento imparable que le ha llevado a convertirse en el primer operador de patata fresca a nivel nacional, y uno de los más competitivos de Europa. Sin perder la esencia familiar que la ha caracterizado desde sus inicios -con el aval de dos generaciones- ni la cercanía con el campo y con su entorno, la firma ha obtenido recientemente, y como premio a su eficaz proceso de reestructuración, la Medalla Europea al Mérito en el Trabajo, además de ser reconocida internacionalmente como una de las 70 empresas españolas con un mayor crecimiento sostenido.
Al frente de todos estos éxitos, y como responsable de operaciones, se encuentra el lagunero Juan Manuel Coello, quien asumió su cargo a comienzos de 2017, momento en que el actual director gerente, Javier Meléndez, se convirtió en único accionista y confió en Coello para liderar su equipo. Desde entonces, la calidad y la innovación han sido sus máximas a seguir. “Nuestro primer gran reto fue preparar la estructura para el gran volumen de comercialización. Durante los últimos años hemos crecido a un rítmo de vértigo, y ello implica disponer de los equipos de trabajo adecuados”, señala Coello, quien afirma que “pasamos de ser un almacén de patatas a una industria de procesamiento bien organizada”. La apuesta por la calidad fue clave, y prueba de ello es el equipo de calidad formado por hasta 15 profesionales, que
disponen de autonomía propia para tomar decisiones que garanticen los mejores estándares para el consumidor.
“Otro de nuestros retos fue llegar al campo; nos dimos cuenta de que teníamos que poner la vista en el origen del producto, y creamos un Plan Agrario para optimizar la producción desde la siembra”, afirma el lagunero. Tal y como explica, a través de este plan, Patatas Meléndez pretende revitalizar el medio rural, dar valor añadido a la producción y garantizar acuerdos que aseguren rentabilidad y garantías para los productores.
Aunque sus objetivos son captar más productores, desde la empresa quieren “seguir creciendo con los que ya tenemos, con quienes llevamos trabajando codo con codo desde los inicios”. En este sentido, su apuesta por Castilla y León es esencial, habida cuenta de que nuestra región atesora casi la mitad de la producción de Patatas Meléndez. “Nuestra apuesta por el entorno más cercano es máxima”, afirma Coello, quien destaca además los 200 puestos de empleo que generan las instalaciones ubicadas en Medina del Campo, que han permitido alcanzar este año una producción de 160.000 toneladas de patata fresca. Una cifra que pretenden superar gracias al crecimiento sostenido, fijando para 2021, como objetivo, alcanzar las 250.000 toneladas, siempre con la vista puesta en la calidad del producto.
Para lograrlo, en Patatas Meléndez tienen claro que una de las claves es la innovación tecnológica. La reciente ampliación de sus instalaciones, a través de un almacén de 10.000 m², les permite una capacidad logística idónea para procesar su materia prima garantizando la calidad del producto, al tiempo que se siguen incorporando líneas de procesos, mejorando y adecuando las existentes. Por otro lado, hasta dos laboratorios les permiten establecer un mayor control sobre el producto, y es que el empuje al I+D+i es una de las señas de identidad de la empresa. Este, además de permitirle reorientar su oferta de productos, les acerca a superar otro reto: el de producir patata nueva durante los doce meses del año.
“Este no solo es un reto empresarial, sino de todo el sector, y permitirá ofrecer en todo momento un producto fresco, de campo, con las mejores cualidades gastronómicas, frente al producto de conservación”, avanza Coello. En este punto, la búsqueda de nuevas variedades y el alargamiento de los ciclos agronómicos se une a la plantación en zonas más cálidas del país, donde Patatas Meléndez también trabaja. A esta labor de innovación se suma la que se aplica a la mejora de procesos productivos, o en el desarrollo constante de variedades en campos de ensayo de todas las regiones del país, a fin de abrir el abanico culinario al mejor sabor y presentación del producto para satisfacer al consumidor.
“Si en un principio el reto era satisfacer la capacidad y el volumen, una vez nos hemos consolidado el siguiente paso es diversificar nuestros productos de calidad y dar valor añadido al campo”, concluye el lagunero, quien se erige como un fiel defensor de la calidad del producto final y la innovación de cara a la diferenciación, sin duda las claves del éxito de Patatas Meléndez.
I+D+i como herramienta para crear una variedad de productos acorde a las demandas del mercado
Entre los objetivos marcados por Patatas Meléndez de cara a 2019 está el de diversificar sus productos, accediendo a nuevos nichos de mercado y prestando un valor añadido también a los productores. Todo ello, con la finalidad de dar respuesta a una demanda de mercado cambiante, que tiende a las patatas de pequeño calibre, de tipo premium o gourmet, con nuevos envases y otras tendencias de preparación y consumo. “Estamos contínuamente estudiando las preferencias en los mercados de toda Europa, nuestro trabajo es visionar y anticiparnos a lo que el consumidor español va a demandar, queremos ir un paso más allá”, señala Coello, quien avanza que la empresa está invirtiendo en productos como el boniato o batata dulce, así como raíces que cuentan con una gran sinergia y relación con el campo de la patata. Asimismo, en Patatas Meléndez estudian todo tipo de variedades a fin de optimizar la calidad del producto.