Fecha: 10 septiembre, 2015
Roberto Arméndariz, Ginés Cartagena y Mario Pérez Langa salen en hombros del coso lagunero tras repartirse seis orejas
Media docena de trofeos, dos por cabeza, paseó la terna de caballeros rejoneadores que ayer abrió la feria taurina de Laguna, festejo celebrado en tarde agradable ante un público que cubrió aproximadamente un tercio del aforo. A destacar, el buen juego de los astados del hierro cordobés del Madroñiz, todos ellos muy parejos, bien presentado y con tranco propicio para el lucimiento.
El navarro Arméndariz, triunfador absoluto en los dos años anteriores, hubo de conformarse esta vez con las dos orejas de su segundo, con el que exhibió su buena monta en una faena muy completa en la que se lució en todos los tercios. En el primero su labor fue más intermitente y fue reconocida tan solo con una ovación.
Ginés Cartagena, el hijo del legendario rejoneador alicantino del mismo nombre, acusó su bisoñez ante el primero de su lote, con el que estuvo en todo momento muy deslavazado. Tras un primer tercio igual de desangelado, se vino sin embargo arriba en su segundo en una faena de menos que fue ganando vistosidad hasta conectar plenamente con los tendidos. Dos orejas fue su recompensa.
Por su parte, el aragonés Mario Pérez Langa malogró con los aceros su entonada faena al tercero de la tarde, al que supo encelar con sus caballos, destacando un par colocado a dos manos. Las dos orejas con las que igualó en trofeos a sus compañeros le llegaron con el que cerraba plaza tras otra faena variada en la que clavó con acierto en todos los tercio.