‘Somnolencia’, 17 años llevando la fiesta “en la sangre”

Con una veintena de integrantes, y un importante arraigo lagunero, la peña ha vuelto a ofrecer una alternativa llena de ambiente, viviendo las fiestas “con muchas expectativas”

Surgida allá por el año 2005, de mano de un grupo de amigos que solía reunirse en un garaje familiar, Somnolencia ha llegado a convertirse en una de las peñas referentes de la noche lagunera. Con un total de 20 integrantes -aunque, confiesan, hacen ruido como si fueran unos 60- esta peña cuenta con un importante arraigo lagunero, y ha retomado las patronales tras el parón de la pandemia “con muchas expectativas”.

“Cuando formamos la peña, trabajábamos en verano recogiendo patatas para poder pagarnos las camisetas y la bebida, y menos mal que el local nos salía gratis”, recuerdan, echando la vista atrás a esos 17 años de andadura. De los integrantes de aquellos tiempos, compañeros de clase o amigos de la infancia, la gran mayoría permanece hoy en día luciendo el traje verdirrojo.

Desde su formación, Somnolencia siempre ha estado presente en las distintas competiciones deportivas de fiestas, especialmente en fútbol o fútbol sala. “Somos muy competitivos y nos gusta estar siempre ahí, un año incluso ganamos a la sogatira, así que fue redondo”, afirman. Sin embargo, si hay algo que les caracteriza es “el ofrecer siempre algo nuevo, una alternativa para todo aquel que se acerque a visitarnos, con buena música y buen ambiente”.

Así, y gracias a su local, ubicado en la Calle Tres de Abril, llenan las noches de baile y fiesta. “Nosotros encendemos la música el día 7 y la apagamos el día 11 de madrugada, esa es nuestra actividad”, apuntan. “Para nosotros las fiestas de la Virgen del Villar son muy importantes, una fecha muy esperada, pues somos todos del pueblo y lo hemos vivido desde pequeños”, afirman, destacando que sus familias son fundadoras de otras muchas peñas históricas como La Blancamari, el Farolín, El Fregao o El Capote. “Por eso llevamos las fiestas en la sangre, lo que más nos mueve es nuestro queridísimo pregón, la subida a la Ermita, los vermús en nuestros bares y todas esas noches interminables y divertidas”, señalan.

Este año, y con motivo del retorno a las fiestas de siempre tras el Covid-19, en Somnolencia ha habido “ansia
de juntarnos con los amigos que no vemos tan a menudo, y ganas, muchas ganas, de todo”. “Creemos haber salido más fuertes de todo esto, la pandemia ha sido una pena pero hay que pasar página, estaba claro que iba a volver el ambiente, los laguneros estamos hechos de otra pasta”, apostillan. Sobre la programación, y aunque “nunca llueve a gusto de todos”, en Somnolencia reivindican una mayor apuesta por los grupos musicales del municipio, argumentando que “tenemos que valorar lo que hay en casa”. “Queremos desear a todos los vecinos unas felices fiestas, están todos invitados a nuestro local para seguir bailando y disfrutar de un grandísimo ambiente”, concluyen.