Fecha: 12 septiembre, 2015

Miguel Ángel Silva, Gerardo Rivera y Alejandro Conquero no pudieron redondear su actuación frente a los astados de Diego Puerta

Seis novillos serios y cuajados, con mucho que torear, los lidiados en el festejo que cerraba el ciclo taurino lagunero, en el que la terna ha salido a oreja por coleta. El mejor lote de la tarde cayó en manos del extremeño Miguel Ángel Silva, quien, a decir verdad, estuvo por debajo de sus dos oponentes, claramente aptos para un mayor lucimiento. Muy despegado y abusando del pico, ninguna de sus faenas cobró emoción, no obstante lo cual fue premiado con una oreja tras despachar a su primero de pinchazo y estocada con desarme. Con el cuarto estuvo además rematadamente mal con la espada.

El mexicano Gerardo Rivera, rotundo triunfador en la tarde anterior, se topó con el peor lote, si bien habría que responsabilizar de la invalidez de su primero a la nefasta labor del varilarguero. Desacertado con los aceros, su voluntariosa faena fue silenciada.  Entregadísimo con el quinto, un morlaco de 490 kilos al que recibió a porta gayola y quitó por lopecinas, porfiando lo indecible con la muleta para vencer la tendencia a rajarse de un novillo que además se partió un pitón. Una estocada en todo lo alto le valió una oreja con petición de la segunda no atendida por la presidencia.

Cerraba la terna el onubense Alejandro Conquero, muy decidido en todo momento frente a su desigual lote. Con el primero inició la faena de rodillas, ligando buenas tandas con ambas manos celebradas por los tendidos. Emborronó su actuación con un bajonazo que no impidió la concesión de una oreja. Con una larga cambiada recibió a su segundo, un novillo de incierta y descompuesta embestida con un peligro sordo ante el que no se arrugó. No pudo redondear con la espada su meritoria faena y la petición de oreja resultó minoritaria, con lo cual se resignó a abandonar el coso a pie al igual que sus dos compañeros.