Fecha: 3 septiembre, 2018
Tras 27 años de historia, sus nueve integrantes continúan dando vida a las patronales. Con destacadas habilidades con el tractor, su seña de identidad es la hospitalidad.
Entre los colectivos con más solera que aún continúan viviendo las patronales con la misma intensidad de siempre destacan ‘Los Esponjas’, una peña histórica cuyos nueve integrantes han sabido demostrar que la implicación no entiende de números. Fundada en 1990 por un grupo de amigos de la zona de El Cascajo -algunos de los cuales provenían de ‘El Desafío’- estuvo compuesta, en sus inicios, por 17 personas, la mayoría de la generación del 68 al 70. Desde entonces, su número de integrantes nunca ha superado la veintena.
Su primer local estuvo en la Plaza de la Tomatera, y desde entonces siempre han tenido a disposición de todos los vecinos una sede donde compartir buenos ratos, limonada y viandas de todo tipo. Después de establecerse, durante ocho años, junto al Hogar de la Tercera Edad, se instalaron durante quince años más en la zona de Casas Nuevas, y desde hace otros tres permanecen en su local de la calle Padilla, manteniendo con vida la historia de una peña “en la que nunca ha faltado de nada”. Aunque su número descendió con la llegada de la crisis, ‘Los Esponjas’ demuestran que la edad es un estado mental y viven las fiestas como antaño, “ofreciendo, compartiendo y mezclándose con todas las peñas conocidas”.
Entre sus tradiciones está la de desfilar con su tractor y remolque, llenando de ambiente el momento de la subida a la Ermita. Todo ello gracias a que varios de sus integrantes se dedican al mundo agrario. Entre ellos destaca Javier Pérez -’Pekín’- como principal representante en el concurso de habilidades con tractor y remolque, donde ha obtenido grandes resultados desde siempre.”Siempre hemos participado en este concurso y ofrecemos de todo a quienes van a verlo”, destacan, señalando que, además, siempre han subido a la Ermita, para sacar a la Virgen, el día 9, donde no pueden faltar las tradicionales pastas y orujo”.
Después de tantos años de convivencia y participación, ‘Los Esponjas’ consideran que “las fiestas han cambiado mucho. Es cierto que llegas a una edad en que todo cambia, antes estabas tres días sin pasar por casa y ahora disfrutamos más del ambiente diurno preparando almuerzos con peñas hermanas como ‘El Bordillo’. Sin embargo, creen que uno de los problemas viene de que “no hay cantera de gente joven”. “Antes estaban los toros llenos de críos, y ahora nadie va”, lamentan, incidiendo en que “los jóvenes no se involucran en seguir la tradición de las peñas”. “Antes siempre estábamos buscando locales o corralones para montar nuestra peña, y ahora nadie lo hace”.
Tras considerar que la solución de instalar casetas “causó demasiados problemas”, instan a vivir las fiestas como en los mejores años, “compartiendo y mezclándonos entre unos y otros”. “En ‘Los Esponjas’ jamás hemos prohibido la entrada a nadie”, destacan, poniendo en valor esa hospitalidad que les sigue caracterizando.“Somos nueve, pero todos somos del pueblo y nos gusta lo que hacemos”, concluyen. En sus palabras, el ejemplo de un colectivo que quiere seguir contribuyendo a que las mejores tradiciones populares no mueran, y a seguir fomentando una solidaridad y una convivencia sana.