Fecha: 25 noviembre, 2017
La gala de entrega de premios de las Justas Poéticas, que en esta edición ha contado con participantes de los cinco continentes, fue amenizada por el coro de actores, que homenajearon la obra de autores como Machado o Benedetti
Laguna de Duero celebró este sábado su particular fiesta de las letras. La Gala Literaria, que este año ha contado con la participación de cerca de 1.500 personas -cuyas obras han llegado por primera vez desde los cinco continentes- congregó de nuevo a gran cantidad de asistentes al auditorio de la Casa de las Artes. Allí les esperaba la actuación del coro de actores, dirigido por Claudio Pascual, que supieron homenajear, en clave musical, la obra de poetas como Machado o Benedetti, trazando un recorrido por el mundo de las letras y destacando asimismo el papel de las mujeres escritoras o incluso haciendo referencia a los Derechos Humanos.
El alcalde, Román Rodríguez, afirmó en su discurso que «le honra poder seguir apoyando cada año estos certámenes, un esfuerzo que se ve recompensado con la presencia y participación de muchos vecinos», y apuntó que «este año un total de 1.491 participantes han querido formar parte de esta historia cultural de Laguna de Duero, que está tan viva y que esperamos que siga adelante». El primer edil aprovechó su intervención para rendir homenaje a Zorrilla y avanzó que, como novedad, el próximo año, la entrega de estos premios se llevará a cabo en abril, enmarcada en la celebración de la semana literaria que tendrá lugar entonces.
Por su parte, la concejal de Cultura, Lucía Castro, afirmó que «se han recibido cientos de historias escritas con gran calidad, premiando cuatro textos que pasan a formar parte de la historia del municipio». «Laguna de Duero es poesía y es relato corto, y no en vano llevamos 46 años celebrando las Justas», señaló la edil, quien mencionó en su discurso la figura de Cervantes y quien agradeció el trabajo de los jurados.
En primer lugar se hizo entrega de los premios del certamen de Microcuentos, que contó esta edición con 23 participantes. La concejal de Educación, María Luisa Cortijo fue la encargada, junto con los miembros del jurado, de entregar los galardones a los cuatro escritores premiados: Pablo Basante, Laura Majide, Lidia González y Paula Vicente.
La siguiente en recoger su placa sería María del Carmen Alonso, ganadora local del XXXVII Certamen de Cuento Corto. La lagunera, que se había presentado al concurso en anteriores ocasiones, sorprendió en esta ocasión al jurado con su relato ‘Doce días en Venecia’. Alonso dedicó el premio a su familia, «el principal impulso» que le sigue animando a escribir. Por su parte, el ganador absoluto de Cuento Corto, Leoncio Riol, se alzó con su premio tras afirmar que «ha sido una sorpresa y una alegría hacerse con este galardón». Procedente de Pozuelo de Alarcón, Riol destacó con ‘La urna de las cenizas’, un trabajo en clave de humor surrealista en tono desenfadado que surgió de una anécdota real.
En lo que a poesía se refiere, Manuel Merino se alzaba, por tercer año consecutivo, con el premio local de este XLVI Certamen gracias a su obra ‘Silencio’. Con él, continúa en su línea de creación intimista y existencial, que recientemente ha plasmado en su último trabajo ‘Volando sentimientos en un libro’. El momento más esperado del evento llegaba con la entrega del premio absoluto de poesía, que llegaba a manos de José Manuel Martín Portales. El poeta cordobés afincado en el municipio pacense de Atalaya, quien ya se erigió como ganador del mismo certamen en 2011, afirmaba que «Valladolid es una ciudad que me ha motivado mucho» y elogiaba el concurso de Laguna de Duero, señalando que «es un acto muy entrañable, muy bien organizado, con mucho cariño».
«La poesía tiene que ser una alternativa al mundo en que vivimos, de lo contrario estamos engordando el problema», afirmaba el autor de la obra ganadora, titulada ‘Canto Nómada’. Martín, quien se retiró de su trabajo tras sufrir un infarto para dedicarse al mundo de la creación literaria, apeló a una forma de vida en la que no se contemplen «estrés en el trabajo o abusos como el maltrato de género, a pesar de que todos tengamos asimilado que esto no se puede cambiar».