Fecha: 25 junio, 2018

El salón de plenos del Ayuntamiento acoge el próximo viernes 29 de junio, a las 19:30 horas, la presentación de ‘Laguna de Duero: La verdad oculta’, un detallado estudio de los hechos ocurridos en el municipio desde 1931 hasta 1939 

El Ateneo Sociocultural organiza la presentación de ‘Laguna de Duero: La verdad oculta’, un trabajo de la investigadora Orosia Castán en el que analiza los hechos ocurridos en el municipio desde 1931 hasta 1939. El acto, que cuenta además con la colaboración del Ayuntamiento, el grupo ‘Verdad y Justicia de Valladolid’ y la revista digital ‘La Fragua’ contará además con la proyección del documental ‘Lágrimas de Guerra’, de Conrado Escudero Donate.

El libro ‘Laguna de Duero: La verdad oculta’ es el primer paso del proyecto Represión franquista en la provincia de Valladolid, que recoge en detalle los hechos sucedidos en diversas localidades vallisoletanas como consecuencia de la sublevación franquista de julio de 1936, la forma en que se produjo el golpe armado contra la República, quiénes fueron los responsables y qué pasó con las víctimas. En concreto, en Laguna de Duero, que no alcanzaba los 2.000 habitantes en julio del 36, y tal y como detalla este trabajo, «hubo más de cincuenta personas asesinadas y un centenar de encarcelados con condenas de 30 años».

“Esta etapa de nuestra historia, posiblemente la más cruda de todos los tiempos, no existe ni en los relatos del pueblo ni en la historiografía oficial. Cuando se insiste un poco, nos encontramos con explicaciones ridículas: más de medio centenar de hombres y mujeres de todas las edades y condiciones fueron asesinadas en un pueblo, y la interpretación oficial insiste en que la causa ha sido la envidia, los celos, las deudas, la maldad intrínseca al ser humano… Bien, pero luego también nos encontramos con que esas personas fueron asesinadas por un grupo pequeño de jóvenes de la localidad, perfectamente conocidos por todos; que estaban armados, a pesar del control exhaustivo de las autoridades del momento, y que nunca, en ningún caso, se formularon denuncias, ni se produjo la detención de un solo asesino, ni se investigó jamás ninguno de los asesinatos. Y si eso unimos que todas las víctimas defendían la legalidad republicana y que los asesinos e inductores eran falangistas o pertenecían a partidos de derechas, queda claro para todos que las causas fueron ideológicas”, explica la autora.