Fecha: 18 abril, 2017

Más de 150 personas acudieron este martes a una conferencia que, celebrada en el Ayuntamiento, sirvió para recordar la historia de los 50 fusilados y 65 encarcelados tras el alzamiento de 1936. La Comisión organizará una marcha el 28 de mayo para homenajear a las laguneras represaliadas

«¿Qué miedo hay a que la verdad se sepa?». Con este planteamiento comenzaba este martes su conferencia la historiadora Osoria Castán, a la sazón presidenta de la Asociación Verdad y Justicia, antes de realizar un minucioso recorrido histórico ante un Salón de Plenos abarrotado. Cerca de 150 personas acudieron para conocer de primera mano la historia de la represión franquista en Laguna de Duero a un acto organizado por la Comisión Pro-Homenaje a las víctimas de la represión franquista, un colectivo de una treintena de personas que ha comenzado a dar pasos para homenajar a los represaliados tras el alzamiento de 1936.

Algunos de los asistentes al acto eran descendientes de estos represaliados, un hecho que cargó de sensibilidad un ambiente ya de por sí solemne en el que se fue desgranando el destino de los 50 asesinados y los 65 encarcelados en Laguna de Duero. «Reivindicamos el honor, la dignidad y la inocencia de estas víctimas», afirmó Orosia Castán, quien considera que en España «existe una anomalía, pues la historia está oculta, la verdad ha desaparecido y hay intereses para que el olvido se imponga». Alegando que los crímenes contra la humanidad son imprescriptibles y que el estado tiene la obligación de impartir justicia, Castán reclamó la reparación de las víctimas.

La historiadora explicó los antecedentes del golpe de 1936 recordando la historia del alcalde de Laguna de Duero de entonces, Gerardo Cabañas, maestro y socialista, quien entre sus medidas de gobierno «trajo el agua corriente, amplió la escuela y solicitó subvenciones para parados», y que terminaría fusilado junto con los otros cuatro concejales que gobernaban entonces el pueblo. La tensión era, según la historiadora, algo evidente, teniendo en cuenta que ya el 15 de junio de 1936 un jornalero socialista murió apedrado durante una huelga.

Según Castán, en el momento del alzamiento, y en medio de la incertidumbre del momento, Cabañas «envió a 5 personas de su partido a Valladolid para informarse de lo que estaba pasando; jamás volvieron y sus cuerpos aparecerían más tarde». «El Gobierno Civil ordenó entonces a los vecinos desarmarse y reunirse en la Casa del Pueblo, donde al día siguiente llegó un convoy de Guardias Civiles y Guardias de Asalto», narra la historiadora.

«Con la ayuda de un grupo de vecinos y falangistas de Laguna, se detuvieron entonces a 150 personas», afirmó. Tal y como recoge la documentación histórica, basada en diversos testimonios, «los más jóvenes, armados, fueron los ejecutores, obedeciendo las órdenes de los inductores: fueron casa por casa diciéndole a los vecinos señalados que tenían que ir al Ayuntamiento a declarar y que volverían pronto a casa». El gobierno local pasó a manos de la gente de orden del momento y el 23 de julio «comenzaron los crímenes».

Según Castán se produjeron fusilamientos en el cementerio, en el lago y en el puente que conduce a Boecillo. Algunas víctimas, como José ‘Macanas’, de 19 años de edad, «fue mutilado, mientras que familias enteras, como la de los ‘Alegre’ fueron destruidas». Según los archivos un grupo de mujeres fueron «detenidas, violadas y asesinadas en el puente que une Laguna con Boecillo», unos hechos que el próximo 28 de mayo homenajeará la Comisión con una marcha hacia este enclave, donde se leerá un manifiesto.

«Algunos laguneros, como Dionisio Fernández y Joaquín Quintanilla, permanecieron durante años escondidos», relató Castán, quien también habló del sufrimiento de los huérfanos de estas familias y del acoso que siguieron sufriendo los supervivientes durante años, que perdieron en ocasiones todo su patrimonio y fueron «condenadas al hambre».

A la hora de cerrar el acto, desde la Comisión se invitó a todos los vecinos a sumarse a esta iniciativa, que contará además con un stand informativo el próximo 20 de mayo en la Jornada de asociacionismo ‘Asoci@rte’ que se celebrará en el entorno del lago. Su objetivo, «seguir dando pasos para defender la inocencia de los represaliados, condenar los crímenes que sufrieron y reivindicar la verdad y la justicia».