Fecha: 6 enero, 2016

Gimnasta, entrenador y padre. La vida de José Ginés ha estado rodeada por la gimnasia, deporte que ha gobernado una vida de logros y superacion tanto personal como a nivel colectivo. Subcampeón de Europa en 1972 y olímpico en Munich 72, ha sido una de las grandes figuras nacionales. Su apego a este deporte le llevó a ser entrenador, donde buscó trasladar su técnica a buena parte de los grandes gimnastas españoles.

¿Cómo fueron sus inicios?

El primer contacto con el ambiente acrobático fue a través de un joven de mi barrio, que era hijo del dueño de un circo. Yo seguí realizando mi vida como gimnasta, hasta que un día y gracias a un compañero de mi padre que había sido campeón del mundo en el 52 de acrobática, fue este el que me inició y me formó en este mundo. Estuvimos esperando hasta que cumplí los 13 años, ya que era cuando te daban el carnet como profesional. Entré en el gimnasio Moscardó, donde vieron que tenía mucho nivel, metiéndome directamente entre con el mundo de la gimnasia artística y donde conocí a mi mentor, Hermenegildo Martínez (hasta el año 71).

¿Qué recuerda de aquellos años?

Compaginaba estudios, trabajo y entrenamientos. Arrancábamos muchos días a las siete de la mañana, y los fines de semana en San Blas al aire libre es donde nos reuníamos para entrenar. Este ritmo me formó como gimnasta. Manuel Menéndez –exiliado en Rusia- pronto me colocó entre los mejores a nivel mundial.

¿Cuándo Ginés empezó a despuntar en este deporte?

Los éxitos ya vinieron mucho antes. La muerte de Blume dejó prácticamente vacía de nivel la generación de gimnastas de primer nivel. Cuando entré en la residencia que llevaba su nombre y donde nadie me conocía, pronto se sorprendieron de mi nivel acrobático, apodándome como “el Loqui”, donde me coloqué por encima del campeón de España senior, cuando yo apenas tenía 15 años.

¿El subcampeonato de Europa fue su gran éxito?

Me marcó mucho, pero ese mismo año también disputé y por invitación de la federación estadounidense fui a competir en Miami en la Copa del Mundo, donde conquiste el subcampeonato, pero no aparece reflejado en ningún lado, ya que la federación española quería que fuera otro compañero.

Pese a ese gran logro su situación con la federación se fue rompiendo…

Yo no pensaba que iba a entrar en finales, de hecho el que fue bronce conquistó el oro olímpico en Munich 72. Las malas relaciones con el seleccionador se fueron agravando, y al final Carballo (padre) y yo decidimos entrenarnos mutuamente. En el año 73 me retiré. Mi última competición fue un España y Brasil, donde arrasamos y donde en contraposición al seleccionador llevé a cabo un salto único. Esto me dejó fuera del siguiente campeonato de Europa. Aún espero una notificación de la federación de por qué se nos dejó fuera.

También participó en unos JJOO, ¿Cómo se tomó esta participación?

Después de cinco europeos y cuatro campeonatos del mundo, fue solo una olimpiada en la que participé, ya que me quedé fuera de las de México, de nuevo por discrepancias con la federación, lo que me llevó a salir por la puerta falsa de este deporte.
Posteriormente pasó a ser entrenador.

Mi idea de seguir en este deporte me llevó a iniciarme como entrenador dentro de la modalidad incipiente de la cama elástica, donde fui seleccionador nacional. En el 76 hice doblete en esta disciplina, donde además de entrenador fui participante en el Campeonato del Mundo.

Entre sus pupilos estuvieron su hermano y sus hijas, ¿Cómo fue esa experiencia?

La parte de mi hermano la considero una parte intermedia entre la participación suya y la de mis hijas, ya que le considero como un hijo. Ahora entreno a mis nietas. Entre mis pupilos han destacado figuras dentro del cuadro femenino como las cuatro finalistas en Barcelona 92, Eva Rueda, Alicia Fernández y las dos hermanas Fragua.

Nacido y criado en Madrid, ¿Qué le llevó a venir a vivir a Laguna?

Hace ya unos 30 años que llegué a vivir a Laguna. Yo por aquel entonces trabajaba para el Ayuntamiento de Leganés, y el Consistorio de Valladolid con motivo también de la disputa del campeonato de Europa en Pisuerga, me llamó para entrenar aquí donde empecé de cero, ya que el grupo de niñas que tenía en el Moscardó, salvo mis hijas, pasaron a Carballo.

¿Entre su palmares está el de ser seleccionador de Bolivia?

Una colaboración entre España y los países sudamericanos me llevó a ser seleccionador de Bolivia, donde entrené al campeón de Bolivia. Solo fueron las féminas las que vinieron a España para preparar los juegos Bolivarianos. Empezamos a trabajar y pese a ser absolutas todas las que participaron en estos juegos, el grupo se hizo con una plata pese a tener una media de edad de 13 años.

¿Cómo es la vida actualmente para José Ginés?

Sigo entrenando en Pisuerga. Cuando me jubilé eso me dio más ímpetu para seguir como entrenador. Ahora mismo tenemos grandes figuras, entre ellos varios gimnastas de Laguna de Duero.