Fecha: 11 mayo, 2014

Los tres toros del Ayuntamiento, pertenecientes a la ganadería Raso de Portillo, protagonizaron un primer encierro limpio y sin incidentes. Uno de los novillos fue soltado directamente en la plaza, mientras que los otros dos restantes se demoraron en hacer el recorrido.

Laguna dio, durante la tarde de ayer, el pistoletazo de salida a las celebraciones taurinas de San Pedro Regalado. Lo hizo con el primero de los encierros urbanos, que fue protagonizado por los tres toros del Ayuntamiento, pertenecientes a la ganadería de Raso de Portillo. Su desarrollo fue limpio, con ausencia de incidentes y con una participación muy alta, lo cual pudo comprobarse en la propia plaza de toros, que terminó hasta la bandera.

Poco antes de las 20:00 cientos de vecinos comenzaban a arremolinarse tras las talanqueras que delimitaban el recorrido habitual del encierro, desde la plaza de la Constitución hasta la plaza del coso. Tras los chupinazos de aviso y con gran puntualidad, el primero de los novillos llegaba, no sin entretenerse, hasta la altura de la calle Ramón J. Sender, donde permaneció detenido durante alrededor de media hora.

Los constantes parones hicieron que el recorrido del encierro tuviera poco brillo, de modo que fue necesario que una pareja de bueyes se encargase de conducir a los dos toros rezagados a la plaza, donde les esperaba un tercero, que había sido soltado allí con anterioridad. Una vez en la plaza sí lucieron los novillos, y lo hicieron ante un aforo abrumador: la plaza estaba casi al completo entre vecinos y visitantes.

La jornada terminó con la actuación de la orquesta Origen en la plaza de Valladolid, gran cantidad de laguneros en calles y terrazas y un ambiente festivo que continuará durante los próximos días.