Fecha: 8 enero, 2018

Los hermanos Alejandro y Nicolás, integrantes del Club Gimnasia Acrobática Valladolid,  nos reciben después de acudir por primera vez al Campeonato del Mundo disputado en Bulgaria

Como dos gotas de aguas. Risueños y con la sonrisa picará propia de dos niños de once años, nos reciben en su pequeño santuario deportivo los hermanos Toribio. El Polideportivo Pisuerga se ha convertido en su segunda casa, y el C.D. Gimnasia Acrobática Valladolid, en su familia. Mellizos de nacimiento e inseparables el uno del otro, esta pareja de hermanos ligada al mundo de la gimnasia acrobática inició su andadura hace siete años, motivados por su hermano mayor. “Empezamos a competir en la modalidad de promoción cuando apenas teníamos cinco años. Cuando pudimos entrar a formar parte de un club deportivo lo hicimos en Valladolid”, afirman, destacando que “cada año nos gusta más este deporte y evolucionar siempre que nuestros estudios nos lo permitan».

Pese a su temprana edad, presentan la madurez de deportistas de élite. Compaginan sus estudios con entrenamientos cinco días a la semana por espacio de tres horas en su pequeño espacio donde el buen rollo, la cercanía y el esfuerzo son algunos de los baluartes de este quipo tan familiar que cuenta con varios integrantes de Laguna de Duero. “Entrenamos de manera muy intensa, tratando de compaginar nuestros estudios de 1º de la ESO en el Instituto de las Salinas. Es difícil estudiar y entrenar, ya que tres horas dedicadas al deporte nos llevan a tener que hacer un esfuerzo extra».

Este año en lo personal destaca especialmente el año de Nicolás. “Ha sido un año plagado de buenos resultados, aunque sin duda me quedo con pasar a las finales en el mundial en doble minitramp y en sincronismo. Una vez en la final nos confundimos en un elemento “, algo que lamenta ya que “es lo que nos sacó del medallero”. “La experiencia ha sido muy positiva ya que nunca habíamos salido de España. Competir con otros países es más complicado, y pasar a unas finales en nuestra primera participación nos hace estar muy contentos”, afirma.

De cara a la temporada de 2018, entre sus objetivo estará volver a disputar con la Selección Española el Campeonato del Mundo, que tendrá lugar en la ciudad rusa de San Petersburgo. Para ello deberán conseguir las mínimas ineludibles, que necesitarán sumar gracias a las competiciones de carácter internacional a las que acudan, entre ellas una doble cita en Portugal, la Copa Galicia o el Campeonato de España.

“Es mucho dinero competir en el extranjero”, apuntan, algo que les lastra, ya que el Consejo Superior de Deportes, hasta categoría Senior, no ofrece ayudas deportivas. Por tener que pagar, este año han tenido que pagarse, para acudir al campeonato del Mundo de Bulgaria, la elástica de la selección o el viaje al completo.

Se denominan “inseparables el uno del otro”. El ganar en muchas ocasiones y esa rivalidad sana entre hermanos les lleva a querer continuamente superarse el uno al otro, algo que resulta muy positivo de cara a mejorar como deportistas. Deporte y vida son denominativo de los hermanos Toribio. “No entrenamos muchas veces sincronismo, pero el hecho de que seamos hermanos hace que compitamos muy bien”.

Su año deportivo es de 10. “En el campeonato de España conseguimos 5 medallas yo –Nicolás- y él 4 -Alejandro-, así que es para estar orgullosos. En un futuro nos gustaría estar en unos Juegos Olímpicos. Es una competición que todo el mundo conoce”, concluyen.

Estos dos hermanos son ejemplo de sacrificio, y de cómo el deporte en familia muchas veces puede estar ligado con el éxito. Según su entrenadora, Teresa Ginés, “pueden llegar donde ellos quieran. Condiciones tienen de sobra, pero hace falta seguir trabajando”.